Hace unos días, el movimiento Marcha Mundial de Mujeres anunció la muerte de dos feministas haitianas en el terremoto: Myriam Merlet y Magalie Marcellín.
Amy Goodman escribió: "En nuestro recorrido por la ciudad, fuimos a la casa de Myriam Merlet, la jefa de gabinete del Ministerio haitiano de la Mujer y una destacada feminista que ayudó a llamar la atención internacional sobre el uso de la violación como arma política y trabajó con la dramaturga y activista Eve Ensler en el movimiento V-Day para ayudar a poner fin a la violencia contra la mujer. Hallamos su casa, y de hecho a todas las casas que la rodeaban, destruida. 'Acabamos de retirar su cuerpo', nos dijeron los familiares de Myriam el domingo, cinco días después del terremoto. No se sabe cuándo murió, ni si podría haber sido rescatada. Su hermana Eartha nos llevó a visitar su tumba.
Eve Ensler describe a Myriam Merlet : “Myriam era una luz. Era la fuerza de Haití. Fue una de las más grandes feministas. Era una feminista radical. Bromeábamos a menudo acerca del hecho de que era loco que ella y Marie-Laurence, que es la Ministra de la Mujer, estuvieran de hecho en el poder, que tuviéramos feministas radicales en el poder. Fue una mujer que dejó Haití en la década del 70 y luego regresó para luchar y defender y llevar el cambio social y el progreso y la lucha por las libertades y la igualdad racial y por la libertad e igualdad de género”.
Magalie Marcellín, de la organización Casa de las Mujeres, trabajaba para educar a mujeres jóvenes sobre sus derechos. Destacó su participación de 2007 en Haití cuando las organizaciones feministas denunciaron ante la organización de las Naciones Unidas (ONU) a más de 100 cascos azules de la ONU procedentes de Sri Lanka, quienes fueron deportados por asociación ilícita al haber pagado $1 dólar a niñas de hasta 13 años por tener sexo con ellos y organizó el primer tribunal alternativo de mujeres contra la violencia en su país, rompiendo silencios y reabriendo el debate sobre la violencia en Haití, también era activista de la Marcha Mundial de Mujeres.
Ante el incremento de las violaciones a mujeres en Haití, la organización Pon fin a la violencia ha puesto en marcha una campaña por las mujeres haitianas. La ausencia de seguridad no sólo afecta a la efectividad del reparto de toneladas de comida, agua potable y medicamentos, si no que repercuten en todos los ámbitos sobre la población, sobretodo en su sector más vulnerable, las mujeres y las niñas. En Haití las agresiones sexuales contra ellas ya causaban preocupación antes del terremoto.
En un artículo del diario El País, Francisco Peregil se hace de este problema. Los médicos se quejan de que muchas embarazadas no acuden a los hospitales por falta de dinero y de información y los abusos y violaciones son silenciados. En las guerras y en las catástrofes todos pierden, pero las mujeres y las niñas mucho más.
Es horrible que pasen estas cosas, las mujeres y los niños son los que sufren todo tipo de abusos en sitios donde hay conflictos. No puede ser.
ResponderEliminarHay que seguir protestando.