Tengo una amiga que se sabe montones de chistes, yo diría que cientos, y cuando empieza a contarlos hay que obligarla a parar, porque por ella no acabaría nunca. Su especialidad son los chistes cortos, la mayor parte son muy malos, aunque ella seguro que no está de acuerdo con esta apreciación. Y los cuenta con tanta gracia que no puedes parar de reír. En fin, que le prometí que le publicaría unos cuantos de una lista enorme que me ha enviado. Ahí van:
- Doctor, me tiemblan mucho las manos.
- ¿No será que bebe demasiado alcohol?
- Qué va!, si lo derramo casi todo!
- ¿Desde cuándo tiene usted la obsesión de que es un perro?
- Desde cachorro, doctor.
- Qué tal en el cole, Jaimito?
- He hecho una redacción que ha conmovido al profe.
- Ah, sí?
- Sí, me ha dicho que daba pena.
- Qué le pasó al libro de matemáticas?
- Se suicidó porque tenía muchos problemas.
Pasa un coche a 100 km./h y le dice un policía a otro:
- ¿Ese no es al que le quitamos el carné?
- Si es él. Vamos!
- Paran al tío del coche y le preguntan:
- ¿Y el carné?
- No jodan que me lo han perdido.
- Niño, no comas más pasteles que vas a reventar
- Pues dame otro, y aparta.
Una serpiente estaba llorando desesperadamente. Otra serpiente de la misma especie se le acercó.
- ¿Qué te pasa?
-¿Somos venenosas?
- Sí, somos muy venenosas. Por qué?
- Buaaaaahh! Es que me acabo de morder la lengua!
- Soy John. Abre
- Ah, eres tuhn! Sube
jajajajajaja, son malos pero con gracia
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