¿Rosas y libros?... Sí, con sólo estas palabras todo el mundo habrá adivinado que estamos hablando del día de Sant Jordi. Y para mi el 23 de Abril de este año ha sido muy interesante, hacía mucho tiempo que no participaba activamente en este día tan especial.
La Asociación Violeta, de la que soy socia, puso parada de venta de rosas y libros. Como era el primer año que hacíamos algo así, decidimos que pocas rosas y pocos libros, porque aunque nuestro objetivo no era recaudar dinero sino hacernos visibles, no está la economía como para hacer grandes dispendios.
Las semanas anteriores habíamos estado negociando con librerías y distribuidoras, por una parte queríamos ofrecer libros que trataran el tema de violencia machista, sobre feminismo o simplemente escritos por mujeres o hablaran sobre la mujer. Por otra parte, no podían faltar los best-sellers, libros más comerciales que fueran vendibles y que una mujer pudiera regalar a su marido, o una chica a su pareja, porque también había que hacer un poco de caja y cubrir los gastos que habíamos tenido y de paso contribuir a aumentar la escasa comunidad de lectores.
Nos presentamos temprano en la plaza que el Ayuntamiento había puesto a disposición de las asociaciones y partidos políticos para que montasen sus paradas. En el centro de la plaza estaba el material que habíamos reservado: una carpa, dos mesas y tres sillas. Comenzamos a montarlo todo, y ya incluso antes de que el montaje estuviera acabado, empezó a llegar gente dispuesta a comprar rosas. Eran sobre todo chicos jóvenes que querían entregar su regalo antes de irse a trabajar.
Durante el día fueron pasando`personas de todo tipo. Algunas buscaban un libro determinado, otras no tenían ni idea de lo que buscaban. Hubo un señor que llegó casi a la hora de cerrar y, cogiendo un libro con ansiedad, se puso a saltar de alegría, dijo que lo había estado buscando todo el día para regalárselo a su hijo y hasta entonces no lo había encontrado. Llegó una maestra jubilada, muy mayor, que sólo quería hablar de libros, que no pensaba comprar nada porque aunque había sido una ávida lectora, ya casi no veía y no distinguía las letras. La buena mujer dijo que sólo quería hablar de literatura y se emocionaba cuando nombraba a algunos de sus escritores favoritos.
Anécdotas hubo muchas, si. Historias para recordar. Como aquellos 3 chicos de unos 14 años que se acercaron y uno de ellos preguntó por el precio de las rosas. "3 euros", le contesté. Y se registró los bolsillos y desparramó encima de la mesa un puñado de monedas. Después de contar y recontar vi que no llegaba a los 3 euros. Estaba a punto de darle igualmente el ansiado tesoro cuando uno de sus amigos sacó un billete de 5 euros y la pagó. Fue un gesto de amistad muy bonito.
Una chica con un carrito en el que dormitaba un bebé pidió el libro "Madres imperfectas". "No, no lo tenemos, no lo conozco", le contesté. Y lo preguntaba como avergonzada. Yo especulaba con que aquello fuera un proyecto de regalo a su madre, una especie de mensaje subliminal de esos que se explican por sí solos regalando un libro. Se me ocurrió que también podía ser para ella, y entonces le sonreí abiertamente y le dije, "pero sí tenemos el de Lucía Etxebarria, el club de las malas madres, quizás te interese". Se rió con ganas. Supongo que metí la pata, aunque quizás ella no sabe que nadie ha escrito sobre las madres imperfectas tan extensa y claramente como Lucía Etxebarria. Y además, Lucía es una de mis debilidades, puede ser imperfecta en todo, pero a mi me gustan sus libros.
Por allá pasaron amigos y amigas, conocidos y conocidas, clases enteras de los colegios cercanos, y por supuesto el alcalde, que las elecciones están cerca y hay que hacer campaña. Es la magia de un día especial en el que todo el mundo se echa a la calle y los protagonistas son las rosas y los libros, tan olvidados el resto del año.
Tengo muchas ganas de pasar un 23 de abril en Barcelona, a ver si puede ser el próximo. Me cuentan vía facebook que lo más vendido fue la biografía de Piqué. Ojalá hubiera sido el del club de las malas madres ;)
ResponderEliminar¿No nos dices que libro te regalaron?
o lo mismo te regalaron rosa?? o las dos cosas?? que dia mas guay!! tiene que ser muy bonito vivirlo alli!! :D
ResponderEliminarPues sí pke, me regalaron rosa jeje el libro me lo regalé yo, La ternura de los lobos, a ver que tal está. Y en cuanto lo más vendido, según la lista que publican los libreros de Catalunya, en ficción en castellano, El asedio de Pérez Reverte, seguido de Venganza en Sevilla de Matilde Asensi. En no ficción goleó Eduardo Punset con El viaje al poder de la mente en castellano y catalán. El libro de Piqué fue el tercero en no ficción en catalán.
ResponderEliminarme gusta patearme barcelona el dia de sant jordi-
ResponderEliminareste año me lo he perdido porque ha coincidido con mis vacaciones y estaba fuera, mejor asi, nadie me hubiera regalado un libro en esta edicion