8 de octubre de 2010

El Secreto y la ley de la atracción

Estuve ayer en una charla-taller sobre El Secreto y la ley de atracción. La idea de realizar esta charla la propuso una de las socias de Violeta, que conoce personalmente a Enrique Johnson, representante en España de El Secreto. Enrique se había ofrecido a venir a explicarnos de forma totalmente gratuita los conceptos y los métodos que se manejan en este libro y en la película del mismo título. Y es algo que hay que agradecer, porque el tema está tan de moda, que incluso los coachs lo utilizan en sus cursos de coaching y motivación del personal en las empresas para conseguir que den lo mejor de sí mismos.

Tengo que reconocer que no tenía ni idea de la existencia de este libro, y nunca había leído ninguna información sobre él. Es algo que en estos momentos me sonroja, una lectora empedernida como he sido, y que me haya pasado por alto este fenómeno mundial. ¡Qué incultura la mía!

Las noticias que me iban llegando, ya sea de forma directa o por Internet, me hicieron ponerme a la defensiva, y llegué a la charla con una idea preconcebida bastante negativa. Pensaba que era un libro a medias de autoayuda, a medias esotérico, y esos temas no son santo de devoción. Y no me equivoqué. A pesar de eso también hubo planteamientos muy positivos que voy a tratar de explicar. Bueno, voy a tratar de contar lo que entendí, todo bajo mi punto de vista, lo positivo y lo negativo. Si alguien no comparte mis opiniones, tiene el apartado de comentarios para expresarse.

En primer lugar, mi agradecimiento a Enrique por el gran esfuerzo que le supuso conseguir estar con nosotros. Acababa de llegar de la Feria del libro de Franckfurt, y un retraso en el vuelo le obligó a venir directamente desde el aeropuerto. Cualquier otro hubiera suspendido la charla, pero él es una persona amable y positiva, que cree verdaderamente en los valores de El Secreto.

El Secreto, parece ser, ya era conocido en la antiguedad. La verdad es que me perdí un poco con los nombres que se pronunciaron, creo recordar que el primero de ellos fue el de Hermes, un dios griego que descubrió las leyes del Universo que después escribió en unas tablas (sí, como las de Moisés). El texto lo han conservado en secreto (por algo la palabra hermético viene de Hermes) una serie de adeptos a lo largo de los siglos hasta llegar a nuestros días. Estos adeptos fueron cambiando con los tiempos, en una época fueron los sacerdotes egipcios, en otra los templarios...

Y llegamos al siglo XXI. Rhonda Byrne, una presentadora de televisión australiana nacida en 1951, se basó en el estudio de libros sobre mitos y creencias de triunfo personal para escribir en 2004 su famosa obra. 

¿Y cuál es ese secreto que ha estado entre nosotros durante siglos? La ley de atracción. Lo que siempre has querido: felicidad, riqueza, amor, salud, lo puedes tener si sabes aplicar bien el secreto. Dos años más tarde se hizo la película. 

El secreto se basa en la ley de atracción, según la cual atraemos a nuestras vidas exactamente aquello que pensamos. Nuestros pensamientos emiten unas frecuencias vibratorias que envían mensajes al Universo, y éste te lo devuelve reflejado en forma de situaciones y emociones similares a las que piensas. La mente actúa como un imán para captar lo que queremos tener.

Así, si piensas en lo que te hace sentir bien, llegarán a tu vida situaciones, personas u objetos que te harán sentir de esa manera. El problema es que a veces pensamos en negativo, en lo que no queremos. Y el Universo no entiende la palabra NO.

A mi esta ley me parece muy bonita, pero como no la he estudiado en ningún libro de física de mi época estudiantil, no sé si tiene alguna base científica. Más bien creo que no, que es cuestión de fe, de creértela o no creértela.

No es mi intención explicar detalladamente en qué consiste la ley de atracción, hay montones de blogs y sitios de Internet donde ya lo hacen, incluso te enseñan métodos para aplicarla y como hacerte rico de forma muy fácil. Yo sólo pretendía dar una pincelada, y comentar mis impresiones.

Lo que no me gusta de esta ley es que me parece que anima a las personas a ser pasivas. No creo que las cosas ocurran porque las desees, por mucha intensidad que le pongas a tus pensamientos. Siempre es necesario algún tipo de acción, y a veces de esfuerzo para conseguir lo que nos proponemos. 

En una época de falta de valores como la que vivimos es normal que teorías como ésta tengan tanto éxito. En la base hay mucho de cierto, si afrontas la vida con optimismo y alegría, serás más feliz. Es tan viejo como el dicho "Dios ayuda a quien se ayuda a sí mismo". Si tienes en tu cabeza la vida que deseas, eso te empujará a actuar y hará que lo consigas más fácilmente, pero nada es mágico. Eres tu quien tiene que actuar, quien tiene que dar los pasos, quien tiene que aprender. Y el mensaje de la ley es bueno en cuanto te dice que puedes hacerlo, pero es malo porque te anima sólo a pensarlo, y el Universo (o la suerte, o los demás) se encargarán de todo.

2 comentarios:

  1. estoy de acuerdo en que a casa no te traen nada, tienes que salir a buscarlo, asi es todo en la vida, lo del pensamiento positivo ayuda, pero es el efecto placebo.

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  2. Làstima que no me enteré, conozco muy bien el sentido del secreto y me hubiera gustado escucharlo en directo!!!!

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