De un tiempo a esta parte escribo poco en el blog. No voy a poner manidas excusas como la falta de tiempo, que he estado de vacaciones o que la ajetreada vida política me tiene secuestrada. No, es porque estoy bloqueada. Y no es que no tenga ideas, que no se me ocurran temas sobre los que escribir, innumerables veces he comenzado un post, he buscado las imágenes adecuadas, le he dado forma, pero no me gustaba como salía y lo abandonaba.
Puede ser que esté sufriendo una crisis de planteamiento. Los temas de los que suelo hablar me parecen ahora superficiales, algunos incluso ridículos. Si cuento cosas de mi niñez y de la vida en mi pueblo allá por los años 60, enseguida me surge la duda de si ese relato le interesará a alguien. Si escribo sobre mi juventud y nuestra lucha en la clandestinidad, me viene a la mente el movimiento del 15M. Porque yo soy de las que creen que el 15M, aún con sus carencias y errores, cambiará el modelo de sociedad actual, ese que ayudamos a construir en nuestra generación y que se ha convertido en injusto e insoportable para los no ricos. No me sale contar mis batallitas de abuelo Cebolleta cuando la ilusión, la esperanza y la acción están en otra parte.
Mis entradas sobre informática sí que interesan a mucha gente, el número de visitas lo demuestra. Pero documentarlas me ocupa demasiado tiempo, y mucha paciencia, virtud que en estos momentos tengo adormecida.
Tampoco puedo hablar de actualidad ni expresar mis opiniones sobre política. No es que alguien me obligue, es que yo me retengo. En este mundillo de la política las palabras tienen mucha importancia y demasiada repercusión. Y si tengo que estar callándome lo que verdaderamente pienso de ciertas cosas, prefiero no tratarlas.
Y eso es lo que me pasa y quería compartirlo para ver si así me desbloqueo. Que abro un tema y empiezo a darle vueltas y vueltas. Y me canso y lo dejo. Y si no escribo, no tengo manera de darle salida a mi emotividad. Y me pongo a escuchar música, y pierdo el tiempo emocionándome con canciones tristes que cuentan historias de personas que sí han sabido expresar sus sentimientos.
Bonita canción.
ResponderEliminarRebeca Jiménez es hermana de Lucía Jiménez, la Encarna de 'La señora' y 'La República'. Muy guapas las dos hermanas.
No te preocupes! yo por mi parte te seguiré tanto si las entradas son de los 60 como si son de política o del movimiento 15M... todos en algun momento hemos pasado por ese bloqueo. Ánimo!
ResponderEliminarBuen apunte "anónimo"; no sabía que era hermanas... pero Lucía Jiménez me encanta!! :D
Bueno guapa, yo creo que con estas entradas nos aportas muchas cosas a los que te seguimos, son interesantes ya que de esa manera vamos conociendo a la persona que hay detrás de este cuadradito al que nos asomamos.
ResponderEliminarÁnimo...
Un beso
Vayamos por partes.
ResponderEliminarAnónimo, buen aporte, como ya te han dicho. Lucía también tiene una bonita voz, como ya demostró en la película "Los dos lados de la cama".
Sara, guapísima, ya sé que tu eres una fiel lectora de este blog :) Yo también lo soy del tuyo, a ver si lo actualizas más a menudo, tus fotos me encantan.
Sonrisa... que te voy a decir... Tenemos la suerte de poder comunicarnos por este cuadradito y personalmente. Soy de las que piensan que la mejor manera de conocer a una persona es mirándola a los ojos. Y cuando encuentras complicidad, todo es más fácil.
Pues yo encuentro todo lo que pones super interesante , me pasa como
ResponderEliminara Sara , te seguiré por ésos mundos que nos quieras a bien llevar .
No sé si la frase anterior está escrita apropiadamente pero así
se queda,que me mola .
Los buenos comunicadores pasan por esos bloqueos , quiere decir
que cuando " regreses " nos esperan días de luz y brillo .
Adeu " jefa " .
Escribes muy bien y de temas variados, y aunque digas lo contrario, desprendes sentimiento y sensibilidad, así que ya sabes ;p
ResponderEliminarLaia, tu me miras con buenos ojos :P
ResponderEliminarLluna, lo de la luz y brillo te ha quedado bien :P Ahora la "jefa" eres tu, eh? Seguro que lo haces bien
ResponderEliminar