12 de junio de 2012

Dinero de la república


Guardo como oro en paño una pequeña cartera que perteneció a mi abuela y que descubrí hace muchos años en una caja llena de viejos recuerdos de mi madre. Dentro, un carnet de la Caja Nacional del Seguro de Vejez e Invalidez de principios de los 50, una estampita de la Virgen con el niño Jesús en brazos, y un puñado de billetes de la segunda república.

A mis ojos adolescentes tal cantidad de dinero aparecían como una gran fortuna. Y en realidad lo era, en la época en la que se utilizaban tenían mucho valor, pero de la noche a la mañana pasaron a ser papeles inservibles. Desde el primer momento me intrigó la historia que escondían aquellos billetes, pregunté a mis padres, y ante la falta de respuestas, la completé con un poco de fantasía.

En mi casa no se hablaba de la guerra civil, era un tema tabú. Sé que mi padre estuvo en el bando nacional y mi madre en el republicano, que el único hermano de mi madre murió en el frente y el resto de la familia tuvo que huir a Castuera abandonando sus escasas pertenencias, que la casa familiar fue saqueada como el resto de las casas del pueblo y se quedaron sin nada, que vivieron con terror los bombardeos de la aviación nacionalista, y que el dinero que llevaban encima era todo su capital. Son retazos de un horror que me llegaba a través de anécdotas sueltas que se escapaban en conversaciones insustanciales.


Desde hace unas semanas, todos los Martes he asistido a las manifestaciones que las personas afectadas por las participaciones preferentes han celebrado en Sant Joan Despí. Hablando con algunas de esas personas, la mayoría pensionistas y jubilados de avanzada edad, escuchando sus dramáticos casos, observando la rabia y el dolor en su rostro causados por la pérdida de sus ahorros, he recordado estos billetes inútiles. Pueden parecer historias diferentes, pero tienen más similitudes de las que se perciben a simple vista. En los tiempos turbulentos el sistema monetario se ve afectado y con él la vida de millones de personas. También estos momentos que vivimos en la actualidad son agitados, y ya nadie puede asegurar cuanto vale lo que poseemos, si es que poseemos algo, ni cuanto dinero tiene en el banco.  Nuestra egoista seguridad se está derrumbando como un castillo de naipes.


Este es el reverso del billete de 500 pesetas que encabeza esta entrada. En él se muestra el cuadro de Francisco Jover Casanova "Liberación de los cautivos de Túnez" En el anverso aparece la cabeza del Cardenal Cisneros y una vista de la Catedral de Alcalá de Henares (Madrid). La marca al agua es una cabeza masculina de la época de Cisneros.

Este billete, y la mayor parte de los que voy a poner, fue realizado por la firma Bradbury, Wilkinson Co. Ltd. Inglaterra, compañía de prestigio especializada en la impresión de timbres y de billetes de banco. Aunque fueron encargados y fabricados bajo el reinado de Alfonso XIII, comenzaron a circular cuando ya estaba instaurada en España la II República. Concretamente el de 500 ptas se puso en circulación en junio de 1938, en plena Guerra Civil.


El billete de 100 pesetas lleva impreso un busto de Miguel de Cervantes y una reproducción del monumento al escritor en la Plaza de España de Madrid. En el reverso figura el cuadro de Luis Menéndez Pidal "Encuentro de Don Quijote con los Duques". Como marca al agua lleva la cabeza de Don Quijote. Se puso en circulación en febrero de 1937, cuando ya había comenzado la Guerra Civil española, por lo que únicamente circuló en la zona republicana.


Billete de 100 pesetas emitido el 25 de Abril de 1931. Lleva la cabeza de Gonzalo Fernández de Córdoba (El Gran Capitán) y en el reverso se reproduce el cuadro del pintor Casado de Alisal "El Gran Capitán encuentra, al día siguiente de la batalla de Ceriñola, el cadáver de su enemigo el Duque de Nemours". La marca de agua es una cabeza de guerrero con yelmo. se puso en circulación el 21 de junio de de 1938.


Billete de 50 pesetas. Aparece el busto de Velázquez y una vista del Museo del Prado. En el reverso aparece una reproducción del cuadro de Velázquez "La Rendición de Breda". Lleva como marca de agua la cabeza de doña Isabel Pantoja, mujer de Diego Velázquez según el retrato hecho por el pintor. Las primeras series se pusieron en circulación en julio de 1932, las series restantes en plena guerra civil.


Billete de 10 pesetas emitido en el año 1935, no se especifica fecha exacta. Aparece el busto de una joven con corona mural, como emblema de la República. En el reverso se muestra, rodeado de  filigranas, el valor del billete, no presenta marca de agua. Se puso en circulación el 17 de octubre de 1936.

Acabada la Guerra Civil todos estos billetes se retiraron de la circulación, los vencedores tenían su propio sistema monetario y no los reconocían. Ni siquiera valor numismático tienen, las necesidades económicas de la guerra hicieron que se pusieran en circulación muchos millones de ejemplares y se encuentran por todas partes. Pero para mi el valor sentimental es incalculable, esos viejos papeles amarillentos que son como cromos indefinibles son una parte de mi historia, representan el sufrimiento de mi familia, y la lucha diaria para seguir adelante superando todas las dificultades. Son mi tesoro.

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