El Valldespí era un Centro Cultural Juvenil del barrio de Las Planas de Sant Joan Despí. Tuvo una vida corta, entre los años 1974-1980, y aunque ahora se haya perdido todo vestigio de su existencia, aún permanece en la memoria de unas cuantas personas que vivieron en primera línea esa interesante experiencia, entre ellas en la mía.
La historia es muy caprichosa, es difícil explicarse por qué un movimiento que aglutinó a decenas de jóvenes de Sant Joan Despí de diversas ideologías e intereses culturales y que revolucionó la vida del barrio y de la ciudad entera, ha quedado en el olvido como si nunca hubiera existido. Y ese es mi propósito, recuperar su historia y contarla, siempre desde mi punto de vista subjetivo y personal, plagado de lagunas. Espero que haya otras aportaciones que contribuyan a dar a conocer esta parte de la historia de nuestro pueblo.
Antes de empezar, unos cuantos apuntes que nos ayuden a situar el contexto de la historia. Era la década de los 70, una época convulsa, de muchas reivindicaciones y movilizaciones en las calles, en las fábricas, en las universidades y en los barrios. Eran los últimos años de la dictadura y los primeros de la democracia, la sociedad civil se organizaba en sindicatos, en partidos políticos, en asociaciones vecinales, en centros culturales... y al frente de todos estos movimientos se situaba la gente joven, personas que no habían vivido la guerra civil ni los duros años posteriores, y que exigían sus derechos sobreponiéndose al miedo.
Los centros culturales y otras entidades de tipo recreativo, algunas creadas antes de la guerra, otras más recientes, se convirtieron en lugares de encuentro de la juventud y de fomento de la cultura. En la vecina Cornellá había varios referentes, el Centro Social Almeda, el Patronato, el Casino de Sant Idelfons, el Orfeó Catalònia y el Centro Lindavista, cada barrio tenía su centro con una gran actividad asociativa. En cambio en el barrio de Las Planas no existía ningún lugar de reunión en el que la juventud pudiera desarrollar sus inquietudes. Algunos jóvenes se desplazaban hasta el Foment, ubicado en el Carrer Major del Barri Centre, otros se repartían en los diferentes centros de Cornellá, y un último grupo, mejor dicho varios grupos, se reunían en la Iglesia del Carmen de Las Planas.
De la unión de todos estos colectivos nació el embrión del Centro Cultural Valldespi, especialmente de los jóvenes que desarrollaban sus actividades en los grupos cristianos y de los monitores y monitoras del esplai Arreu. Todos ellos tenían inquietudes sociales que no podían desarrollar en el marco de la Iglesia y bajo la crítica mirada del Mosén de entonces.
En la primeras reuniones, que se celebraban en el bar Los Garridos, se llegó a un acuerdo de mínimos para arrancar el proyecto. Lo más urgente era legalizar la nueva entidad, algo que no era fácil en la época y costaba años y años de dura burocracia. Antes había que redactar unos estatutos y conseguir un local en el que realizar las actividades. En principio se organizaban dos secciones, una en el barrio de Las Planas y otra en el casco antiguo, porque aunque en esa zona ya existía el Foment, había jóvenes que no estaban de acuerdo con la línea conservadora de esta entidad.
Los estatutos los copiamos de otro centro similar, siguiendo las leyes vigentes. He aquí el primer capítulo.
Fuimos muy insistentes y finalmente conseguimos que se nos cedieran los bajos situados en la calle Seo de Urgel, 4, el local que en la actualidad utiliza la Asociación Estel y que hasta aquel momento se habían utilizado como aulas de la escuela pública. La construcción de los nuevos colegios motivaron que aquel local quedara vacío, y por arte de magia, por suerte, o por pesadez, pudimos conseguirlo. Recuerdo perfectamente la primera limpieza general, sobre todo por la suciedad de los lavabos y las botellas de salfumán que tuvimos que utilizar en los wáteres. Pero todo lo hacíamos con ilusión y con la fuerza que te da la energía juvenil.
Los inicios fueron muy duros. Había muchos grupos enfrentados. Rápidamente la sección del casco antiguo se diluyó, y la de Las Planas tuvo que lidiar con los intereses particulares de los diferentes grupos políticos clandestinos y sus organizaciones juveniles allí representadas: los comunistas, trostkistas, leninistas, maoístas, anarquistas y muchos más istas que no recuerdo, tampoco las siglas. Esta es la parte de un acta de una de las primeras asambleas.
Se formaron tres grupos, que muy pronto pasaron a ser cuatro: El esplai Arreu, como grupo consolidado y con una historia de varios años, se conservó como grupo Infantil, el grupo Cultural y el Recreativo, del que se desglosó el Grupo de excursiones, el más numeroso y con mayor actividad. En sucesivas entradas iré describiendo las actividades de estos grupos, ahora dejo unas fotos para ir haciendo historia.
Seguirá
Me ha gustado mucho leer esta historia que desconocía. Felicidades por el post.
ResponderEliminarGracias a ti, Alejandro. Hay una segunda parte que no sé si habrás visto. Me falta escribir la tercera, pero tengo que encontrar tiempo, y últimamente tengo bastante abandonado este blog.
ResponderEliminarme ha encantado leerte!!!!
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