En algunas ocasiones he escrito en este blog sobre los cuentos (o cómics, como se llaman ahora) que solía leer cuando era niña. Los de la colección Azucena eran mis favoritos, sobre todo los de la primera época, que contaban historias de príncipes de ensueño que le cambiaban la vida a pobres chicas campesinas a las que encumbraban hasta el trono sin importarles las diferencias. No era consciente de que me estaban instruyendo para ser una fiel servidora de la sociedad patriarcal y que los príncipes azules no existen.
El pasado Viernes se le hizo un homenaje a Victoria Sau, una feminista tardía, según sus propias palabras, que llegó al feminismo en edad adulta, algo que no le impidió hacer aportaciones tan importantes que la convirtieron en persona imprescindible en la historia del feminismo español. A través de este acto he conocido que Victoria tuvo un pasado oscuro, y que allá por los años 50-60, en pleno franquismo, escribió guiones de cuentos, de radio, y unas cuentas novelas rosas estilo "Corín Tellado". Todo ello muy alejado del ideario feminista que nos ha transmitido.