23 de marzo de 2014

Mujeres de Sant Joan Despí: Gabriela de Frígola


Gabriela de Frígola Barbaza (1861-1947) fue la maestra de niñas titular de las escuelas nacionales de Sant Joan Despí entre los años 1886 y 1925. Junto con su marido, Joan Perich Valls, también maestro, trabajó toda su vida por una enseñanza digna en las escuelas nacionales, lo cual la llevó a mantener duros enfrentamientos con las autoridades municipales. Conseguida la titulación de maestra en la ciudad de Barcelona, por enfermedad de su padre pidió el traslado a Sant Joan Despí. El matrimonio habitaba la vivienda destinada a los maestros situada en el primer piso del edificio de la escuela, en aquellos años situada en la calle Bon Viatge número 5.

Coincidió con otras maestras de grato recuerdo en nuestra población, aunque no tan carismáticas como ella, como la hermana de su marido, Rosa Perich Valls, que impartía las clases de  labores y artes decorativa, y María Ferrer Salvat, que la substituyó tras su jubilación.

Gabriela de Frígola recibió en vida algunas distinciones a propuesta de organismos oficiales de enseñanza, entre ellos la Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII, y su labor traspasó las fronteras de nuestra población. Esta afirmación puede comprobarse en las hemerotecas de periódicos como Abc o La Vanguardia, donde su nombre aparecía con asiduidad apoyando proyectos y actividades relacionadas con la enseñanza.

Dos años después de su jubilación, en 1927, se comenzó la edificación de las nuevas escuelas nacionales en la calle Rius i Taulet, por las que el matrimonio tanto había batallado. Llegaba el momento de los reconocimientos, así lo entendió la junta local de enseñanza que acordó, el 1 de Septiembre de 1925, proponer al pleno del Ayuntamiento que el edificio de la nueva escuela para niñas llevase el nombre de la maestra Gabriela de Frígola. Entre los méritos que se citan, como consta en la documentación conservada en los archivos municipales, se destaca que consiguió aumentar el número de matrículas, los resultados excelentes en los exámenes y la amplia formación que impartía.

Este reconocimiento, sin embargo, no se llegó a hacer. Es posible que pesaran demasiado los enfrentamientos anteriores con la alcaldía (1914-1919), los pleitos con el Ateneo (1915) o, quizás, simplemente quedó en el olvido. En cambio, el homenaje se le hizo a dos hombres, al alcalde Laporte y al donante de los terrenos, Casas. Las escuelas se llamaron "Casas-Laporte".

Doña Gabriela fue una maestra olvidada del mundo oficial local, no se le hizo un homenaje con motivo de su jubilación y no se la tuvo en cuenta en la inauguración de la nueva escuela. El agravio aumentó con el tiempo, ya que su marido, Joan Perich Valls, sí que recibió un reconocimiento oficial el año 1973, cuando el Ayuntamiento de Sant Joan Despí, compuesto por regidores que habían sido alumnos suyos decidieron darle su nombre a una escuela de nueva creación.

La tarea pedagógica desarrollada por Gabriela de Frígola fue muy recordada durante muchos años. La memoria de la maestra permaneció en los ambientes domésticos de las mujeres que habían sido alumnas suyas o habían oído hablar de ella a sus madres. Algunos de los trabajos de las alumnas, que aún se guardan en las casas, demuestran una voluntad personal contra el olvido.

Esta maestra estuvo tan presente en la memoria de tantas mujeres de Sant Joan Despí, y durante tanto tiempo, porque aquella etapa de su vida fue el único momento de su formación como personas. Gabriela de Frígola tenía el don de la complicidad con sus alumnas, algo que las estimulaba y les proporcionaba una alta autoestima en el único período de formación que muchas mujeres tuvieron a lo largo de su vida, formación de la cual se sentían muy orgullosas.

Tenemos una deuda con Gabriela de Frígola toda la ciudadanía de Sant Joan Despí. Le debemos ese reconocimiento que se le debía haber hecho hace años y que se ganó con su labor y su espíritu de servicio a la comunidad. Que se recupere su figura, sus trabajos, y que se la de a conocer a toda la población es una deuda que tenemos pendiente y que nadie se ha planteado seriamente saldar.

Fuente: "Les dones i la història al Baix Llobregat II", Montserrat Duran i Albareda 

No hay comentarios:

Publicar un comentario