Desde hace algún tiempo nos han ido llegando noticias de la actuación del juzgado de Sant Feliu de Llobregat respecto a los casos de violencia machista y la gran cantidad de órdenes de protección que rechaza y no admite a trámite. La gota que colmó el vaso se produjo el pasado mes de Diciembre cuando yo misma fui testigo de una situación de acoso a una ciudadana de Sant Joan Despí por parte de su ex-pareja, y en el juicio rápido que se celebró al día siguiente no sólo no se concedió la orden de alejamiento sino que se observó un comportamiento ciertamente extraño por parte de la judicatura.
A partir de ese momento desde nuestro Grupo Municipal pusimos en marcha una campaña para destapar esta situación y ponerla en conocimiento de los organismos judiciales superiores. Y fue así como nació esta moción que en el día de ayer se presentó al Pleno Municipal de Sant Joan Despí y que se aprobó por unanimidad. En días sucesivos se presentará en otros municipios de la comarca del Baix Llobregat, tanto los que dependen de este juzgado, como los que dependen de otros juzgados y que también padecen casuísticas muy parecidas.
Nuestro objetivo es buscar complicidades y ganar alianzas, tanto entre las asociaciones de mujeres de la comarca como entre los partidos políticos. E intentar conseguir que se analice la situación desde dentro de las instituciones y desde fuera. La lacra de la violencia machista es una vulneración constante de los derechos humanos. No es admisible que haya mujeres que vivan permanentemente con el miedo en el cuerpo, y que se sientan desprotegidas, ellas y sus hijos e hijas.
Tanto la ley estatal 1/2004 de 28 de Diciembre como la catalana 5/2008 del 24 de Abril contienen artículos específicos en los que se recogen medidas judiciales de protección y seguridad de las víctimas. Se nos dice que denunciar en los casos de violencia machista es clave para erradicar las situaciones de maltrato. Pero tomar la decisión de denunciar es muy difícil y dolorosa, se precisa mucho soporte para afrontar todo el proceso, y a menudo no se ve correspondido el esfuerzo en el lugar donde más se debería apoyar, en el juzgado.
Los datos del segundo trimestre del 2014 en Catalunya son muy preocupantes. El 69% de las órdenes de protección solicitadas fueron denegadas. En ese mismo período, en el Baix Llobregat la cifra era de un 71,4%. Y en el juzgado de Sant Feliu de Llobregat el 96,4% de las órdenes de protección fueron denegadas. Una cifra muy inquietante. Aunque es cierto que los datos que se han publicado recientemente referentes al tercer trimestre del 2014, que aún no he podido analizar, parecen ligeramente más positivos, siguen siendo muy malos.
Un número tan elevado de denegaciones de medidas de protección hace pensar que no se garantiza la protección que recogen las leyes, y que se eleva el riesgo en el que viven las mujeres que sufren violencia machista, además de que los agresores lo interpretan como una muestra de impunidad.
La moción pide que el Ayuntamiento haga llegar su preocupación a los organismos superiores de justicia; que los organismos que tengan competencia para hacerlo aumenten la formación específica a la fiscalía, abogacía y judicatura (hasta ahora se han negado a hacerlo y es el único estamento profesional implicado en el tratamiento de la violencia machista que no lo ha hecho); que haya una legislación clara para las victimas de violencia machista, y se solicita al Govern de la Generalitat que presente un estudio del Observatorio catalán de la justicia sobre los motivos por los cuales las ratios de órdenes de protección concedidas son tan bajas.
Todos los partidos políticos representados en el pleno municipal de Sant Joan Despí se han solidarizado con estas peticiones. Quizás no parezca gran cosa, pero ha sido muy importante esta solidaridad. Entre las personas del público, en cambio, ha habido división de opiniones. Ya cansa que siempre se nos tenga que reprochar que los hombres también sufren violencia por parte de las mujeres y que se es injusto con ellos, que no tienen las mismas oportunidades. Y que esa incomprensión también venga desde representantes de partidos muy a la izquierda, no sorprende.
Me quedo con el coraje de esa mujer que viene sufriendo una situación de acoso por parte de su ex-pareja y también con la de su pareja actual. Que quisieron reforzar con su presencia la campaña que estamos llevando a cabo. No es habitual hacer frente a estas situaciones de forma tan clara y abierta, por eso sólo supe darle un abrazo a ella y un apretón de manos a él. Admiro a las personas valientes.
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