7 de febrero de 2017

Caza de brujas en Cataluña


En las últimas semanas he estado investigando sobre los procesos por brujería y la caza de brujas en Cataluña para incorporar esa información a la wikipedia. El tema me ha tenido atrapada durante bastante tiempo, y aún me resisto a abandonarlo, pero tendré que hacerlo porque hay otros muchos temas interesantes en la lista de espera que atraen mi atención, y la finalidad de mis estudios no es la de profundizar y especializarme en un tema concreto, sino buscar a través de la historia a mujeres poderosas que han sido olvidadas o invisibilizadas, para darles visibilidad. 

En la cultura popular catalana, hay un gran número de leyendas sobre el personaje de la bruja, muchas de ellas comunes a otros pueblos de Europa. En general, en estas historias se considera que la bruja es una mujer que hace un pacto con el demonio a cambio de conseguir poderes sobrenaturales que utiliza en su propio beneficio o con fines maléficos. Durante la Edad Media el poder eclesiástico alimentó estas creencias y utilizó a las brujas como causa de todas las calamidades.

El origen de la persecución tiene lugar en la Edad Media, cuando las mujeres empezaron a tener oficios y ocuparon espacios en la religión, el arte y la ciencia, principalmente en la medicina. Abadesas, escritoras, campesinas, maestras en varios oficios, comadronas, etc, fueron más allá de los límites impuestos para ellas por los mandatos de género y se convirtieron en un problema para la élite masculina.

Las mujeres que quedaban fuera del control masculino y fuera de los roles preestablecidos para ellas eran consideradas brujas. Las mujeres solas, ya fueran solteras o viudas, extranjeras, viejas, pobres, eran elementos perturbadores para la sociedad. Y sobre todo, las curanderas y comadronas, que asistían a los pobres y trabajaban para la comunidad como conocedoras y transmisoras de la sabiduría popular. Conocimientos sobre los efectos de las plantas medicinales, sobre anatomía, métodos para aliviar los dolores de parto, consejos sobre métodos anticonceptivos o como practicar abortos, eran conocimientos científicos y humanos compartidos por redes de mujeres y que se habían transmitido durante generaciones.