19 de septiembre de 2022

Exposición de Tina Modotti Madrid 2022

 


En mi último viaje a Madrid, tuve la ocasión de visitar la exposición dedicada a la fotógrafa Tina Modotti. Es una artista que me fascina, tanto por su obra como por su vida y personalidad, a la que ya le dediqué una entrada en este blog hace unos años. Y por supuesto, cuando planeé este viaje motivado por una gestión burocrática urgente, marqué la visita a esta muestra como un objetivo prioritario, sólo por detrás del que me llevaba a la capital.

Si conocer la obra de una de las mejores reporteras gráficas de México del siglo XX no fuera suficiente aliciente para dedicarle unas horas, que sea el Museo Cerralbo el que acoge la exposición le añade un interés extra. Este museo está ubicado en un palacete decimonónico, se conservan casi intactos los muebles, pinturas y decoración originales, es muy representativo de la vida de la aristocracia madrileña de la época. El edificio alberga, además, la enorme colección de los marqueses de Cerralbo compuesta por obras de arte de gran valor histórico y artístico.  Se puede visitar los domingos de forma gratuita.

Unos esbozos de la biografía de Tina Modotti antes de descubri la fotografía. Nació en 1896 en Údine, Italia, allí trabajó en una fábrica textil desde los 12 años. A los 16 años viajó a San Francisco, donde ya estaban su padre y su hermana, que habían emigrado unos años antes. A su llegada se unió a la compañía de Teatro de los inmigrantes italianos, donde conoció al que sería su primer marido, el poeta franco-canadiense Roubaix de l'Abrie Richey, y comenzó a frecuentar los círculos intelectuales, incluidos los mexicanos. Gracias a esos contactos teatrales, probó suerte como actriz y modelo en el cine mudo. Pronto conoce al fotógrafo Edward Weston, con quien inicia una relación profesional y sentimental. Junto a él llegó a México en 1923, país donde realizó la mayor parte de su obra y donde se convirtió en activista revolucionaria, ingresando en 1927 en el Partido Comunista Mexicano.


Volviendo a la exposición, la muestra está comisariada por María de las Nieves Rodríguez Méndez y Reinhard Schultz. Se exponen 108 fotografías y algunos archivos cruciales en la vida de la autora que, según se lee en el folleto, tuvo una carrera como fotógrafa muy breve y aún así fue capaz de crear una estética de gran contundencia, construyendo un estilo propio donde se fusionan la cultura revolucionaria mexicana y la expresión vanguardista. A todo ello sumó los ideales de igualdad propuestos por el socialismo y su compromiso social.

Comenzamos la visita y nos recibe la primera sala con fotografías de niños y niñas indígenas realizadas entre 1924 y 1929. Todos ellos visten ropas y desempeñan trabajos cotidianos. En algunas de ellas también son protagonistas sus madres. 


Niña descalza, Ciudad de México, 1925

Niña con cubeta, Ciudad de México, 1926

Niña amamantándose, Juchitán, Oaxaca, 1929

En la siguiente sala hay una mezcla de imágenes de diferentes épocas. Están las conocidas fotografías de postes de cables telefónicos. En esos momentos Tina se quería diferenciar de las enseñanzas de Edward Weston y crear un estilo propio, algo que consiguió con mucho éxito.


Poste con cables telefónicos, Ciudad de México, 1925

Escaleras, Ciudad de México, 1925

Manos de lavandera, 1926

Vinculada ya con los movimientos de izquierda, comienza a ser mucho más activa en el partido comunista después de conocer al pintor Javier Guerrero, con el que empezó una relación amorosa. En 1927 comenzó a militar en el partido, expresaba su activismo haciendo traducciones para la revista "El Machete", fotografías de las reuniones y del movimiento liderado por Diego Rivera, el muralismo, que pretendía dar a conocer a la sociedad el arte vanguardista de aquellos años.


Trinchera, del mural Corrido revolucionario de Diego Rivera, 1926

Sombrero, martillo y hoz, 1927


Comité Nacional de las Juventudes Comunistas de México, 1928


Marcha del sindicato de obreros, técnicos, pintores y escultores (S.O.T.P.E.), 1929

En las instalaciones de "El Machete" Tina conoció al cubano Julio Antonio Mella, activista en contra de la dictadura cubana y partidario del partido comunista. Ambos terminaron con las relaciones sentimentales que tenían en aquel momento para iniciar una relación libre y llena de pasión, que acabó dramáticamente con el asesinato del activista en plena calle, cuando caminaban de regreso hacia su domicilio. A pesar de que todo apuntaba a un crimen político urdido por el gobierno cubano de Gerardo Machado, el jefe de la policía, enemigo de los comunistas, forzó la línea de investigación hacia un crimen pasional, de quien la principal sospechosa era Tina Modotti. 

Julio Antonio Mella, 1928


Después del asesinato de su pareja y de la campaña montada en su contra, Tina vivió momentos muy duros. Tuvo que enfrentarse a varios registros de su casa, a la publicación de documentos y fotografías íntimos, a diferentes interrogatorios por parte de la policía y a un juicio que duró cinco días. Finalmente, fue declarada inocente, aunque tardó un tiempo en recuperar fuerzas y reencontrarse con la fotografía. En agosto de 1929, en una estancia en el istmo de Tehuantepec, fotografió a mujeres indígenas en escenas cotidianas. Esta serie fue de las últimas que hizo en México y casi la despedida de su etapa como fotógrafa.


Mercado en Tehuantepec, 1929


Mujer con olla


Mujeres con jícara, Juchitan, 1929


Mujeres indígenas en una calle, 1925

La última sala de la exposición está dedicada en su mayor parte a fotografías que otros autores le hicieron a Tina. También se puede visionar la película The Tiger's Coat, la única de las tres en las que participó que se ha conservado, en la que interpreta el papel protagonista.

Frida Kahlo y Tina Modotti, Anónimo, 1926


Tina Modotti en la azotea, Edward Weston, 1924

Tina Modotti en un ensayo para una película, Hollywood, 1920

Tina Modotti en el papel de María Laguarda en la película The Tiger's Coat, 1920


La película se puede visionar aquí

Una exposición altamente recomendable que me impactó y me emocionó. Tina Modotti es una personalidad que ha estado olvidada durante muchos años, como tantísimas mujeres, pero su contribución al arte y a la cultura mexicana moderna fue tan importante, que merece un lugar de honor.


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